jueves, 26 de diciembre de 2013

Al langostino


Miro tus ojos, langostino amado,
y atisbando la enjundia en tu sesera
te descuajo impaciente la mollera
y succiono tu aroma regalado.

De tu porte y tu carne enamorado,
le doy gracias a Dios y a la salmuera
por concederme tu esencia placentera
sin ser yo majestad ni potentado.

Torno a sajar tu encortinada panza
y a manducar tu encarnación divina
sin dejar de cantar en tu alabanza.

¡Qué frescura de ráfaga marina,
de piélago celeste y en bonanza,
de blancura salada que alucina!


jueves, 12 de diciembre de 2013

Sequía creativa

 
Cuántos sonetos me contemplan hoy,
y qué pocos vislumbro en lontananza
si no vuelven los tiempos de bonanza
a librarme del pasmo en el que estoy.
 
Errático, mudable, torpe soy,
y para que mi musa siga en danza
necesito solaz, calma y templanza
y discernir la meta a donde voy.
 
No es desazón el freno que me embrida,
sino más bien un tedio nebuloso
que me tiene la voz como dormida.
 
Busco que vuelva el duende rumoroso,
el que evoca la imagen contenida,
el verbo claro y el cantar dichoso.