Gloria a Dios y al divino Omeprazol,
la pastilla que libra de tormentos
haciendo digerir los alimentos
que salen indigestos del perol.
Permite consumir copas de alcohol
sin tener que sentir ardores cruentos,
y evita los hediondos cargamentos
que suelen emanar al comer col.
Helicobacter Pylori, detente;
adiós ácidos, marchen los reflujos
merced al específico potente
que hace posible darse tantos lujos:
el gazpacho, el café, la pasta al dente,
la mostaza, el chorizo y los orujos.
que suelen emanar al comer col.
Helicobacter Pylori, detente;
adiós ácidos, marchen los reflujos
merced al específico potente
que hace posible darse tantos lujos:
el gazpacho, el café, la pasta al dente,
la mostaza, el chorizo y los orujos.
El primer soneto que leo dedicado a un medicamento.
ResponderEliminarY es la literatura da mucho de sí.
Muy logrado.
Saludos.
Buen homenaje a la química que nos ayuda a pasar los malos abusos para el cuerpo y buenos para el espíritu.
ResponderEliminarUn abrazo.
Omeprazooooolé
ResponderEliminar