Pobrecito el portugués
de gomina y pectorales,
que no gana para males
por más que corran sus pies.
Tenía mucho interés
en pasar a la final.
Por orgullo personal
el último quiso ser
en el penalti meter...
y aún espera el chaval.
Se trata de hacer equipo no que el equipo juegue para el.
ResponderEliminarUn abrazo.