ni venderte por
plata, como Judas,
ni tus llagas
tentar por tener dudas
de que estoy ante el
Cristo verdadero.
No anhelo comprender el desafuero
No anhelo comprender el desafuero
de quien llevó a
la Cruz tus carnes mudas
después de
flagelar con manos rudas
tu espinazo
ultrajado y prisionero.
Lo que quiero, Jesús, germen de luz,
Lo que quiero, Jesús, germen de luz,
es subir, si me dejas,
a tu Cruz,
y acariciar tus
llagas desangradas;
y si pequé negando tu verdad,
y si pequé negando tu verdad,
o cambiando por
plata mi maldad,
bajar con mis
flaquezas perdonadas.
Un poco no,talmente pareciera compuesto por aquel San Juan de la Cruz que tan elevados versos escribiera al Jesús en el calvario.
ResponderEliminarSaludos.
Hermoso poema a ese Jesús crucificado para redimir nuestros pecados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con estos tres sonetos has vuelto en tromba, John. Sobre todo con este último, que no desdice de aquellos clásicos de "no me mueve, mi dios para quererte" y tantos otros. Que no decaiga!
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