La manada de ñus, buscando yerba,
traspasa la llanura, cruza el río,
y se encuentra en un trance bien sombrío:
los leones con su cara más proterva.
El rebaño al principio sólo observa,
y ve, con temeroso escalofrío,
que atraparon a un ñu, cuerpo de crío,
para hacer de esta carne su reserva.
Pero avanza, imprevista, la manada,
compacta, decidida y ordenada,
embistiendo a los vívidos felinos.
Y libran a cornadas al cachorro,
demostrando que unidos y en socorro
se vence a los bellacos y asesinos.
Ver vídeo
http://www.youtube.com/watch?v=LU8DDYz68kM
Maestro, otra vez me quito el sombrero. Qué habilidad con el lápiz.
ResponderEliminarJ Botillo.
Gracias de nuevo.
ResponderEliminarPrecioso soneto y buena demostración para esta nuestra sociedad.
ResponderEliminarUn abrazo.
No existirían tantos animales
ResponderEliminarsi no diera la 2 documentales.