Don Froilán, el tierno infante,
hijo de Marichalar,
se equivocó al disparar
y puso el pie por delante,
mientras su abuelo reinante
también erró en el disparo,
pues con tanta gente en paro
pegó un traspiés en Botswana
- quizás con su barragana -,
en el colmo del descaro.
Los Borbones ya de pequeños con sus cosas de toda la vida, armas, mujeres y negocios, es que lo llevan en la sangre.
ResponderEliminarUn abrazo.