Gallardo por excelso y por galano,
también por patronímico Gallardo,
ha muerto el inspirado y hondo bardo,
el cantor de lo jondo jerezano.
Tan recto y bondadoso ser humano
se lleva al Cielo un imponente fardo
de coplas con color y olor a nardo
que trasminan el ser y el son gitano.
Se va cuando estalló la primavera
en orgía de tersos azahares
en su tierra sufrida y pinturera.
Adiós, Antonio: tañen por soleares
las sonantas gitanas por la vera
de una muralla llena de pesares.
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