lunes, 29 de julio de 2013

Resurrección de Quevedo (VI)


 
Y no hemos de olvidar a los galenos
(no todos, para hacer cabal justicia)
que orientados por pérfida codicia
sólo procuran sus bolsillos llenos.

Lo mismo abomban desinflados senos
(con un pezón mirando hacia Galicia
y el otro, de momento, sin noticia)
que tuercen los hocicos que eran buenos.

Dejan en la miseria al desdentado,
y cobran por la sangre analizar
de modo que te dejan desangrado.

Y alguno incluso para en olvidar,
en la tripa de algún asegurado,
la gasa y las tijeras de cortar.

 


2 comentarios:

  1. Ciertamente en este mundo quien manda es don dinero, el tanto tienes tanto vales. Lo demas bueno ya se arreglara con mas dinero.
    Un abrazo.

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  2. Anónimo2:01

    Magnífico, magnífico, magnífico

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