Y no hemos de olvidar a los galenos
(no todos, para hacer cabal justicia)
que orientados por pérfida codicia
sólo procuran sus bolsillos llenos.
Lo mismo abomban desinflados senos
(con un pezón mirando hacia Galicia
y el otro, de momento, sin noticia)
que tuercen los hocicos que eran buenos.
Dejan en la miseria al desdentado,
y cobran por la sangre analizar
de modo que te dejan desangrado.
Y alguno incluso para en olvidar,
en la tripa de algún asegurado,
la gasa y las tijeras de cortar.
(no todos, para hacer cabal justicia)
que orientados por pérfida codicia
sólo procuran sus bolsillos llenos.
Lo mismo abomban desinflados senos
(con un pezón mirando hacia Galicia
y el otro, de momento, sin noticia)
que tuercen los hocicos que eran buenos.
Dejan en la miseria al desdentado,
y cobran por la sangre analizar
de modo que te dejan desangrado.
Y alguno incluso para en olvidar,
en la tripa de algún asegurado,
la gasa y las tijeras de cortar.
Ciertamente en este mundo quien manda es don dinero, el tanto tienes tanto vales. Lo demas bueno ya se arreglara con mas dinero.
ResponderEliminarUn abrazo.
Magnífico, magnífico, magnífico
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