A la zaga de efímeros consuelos
van marchando, a compás de tropezones,
cuarto y mitad de las generaciones
que el mundo llenan de fulgor y yelos.
¡Qué tropa de famélicos y lelos
arrastran sus pesados corazones
olisqueando trampas y razones
trazadas por fervores y recelos!
¡Oh, pueblo, huero de palabras cálidas,
que buscas el calor en torvas yerbas
y en alcoholes de efecto quejumbroso!
Muestras tus caras lívidas y pálidas,
tus papilas lacónicas y acerbas…
...de la gran borrachera resacoso.
Bañar los problemas en alcohol ha sido siempre un mal plan y en este país se hace a menudo, con todo tipo de alcoholes y otras yerbas...
ResponderEliminarBuen soneto.
Saludos.
Estamos deseando ver cómo lo rematas. Ha sido un esfuerzo extraordinario, y en tus sonetos nos reconocemos toda una generación. Muchas gracias.
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