Así quedé después de aquellos velos
que revestían cuerpos y conciencias,
que velaban tormentos y abstinencias,
que sofocaban vuelos y revuelos.
Así mudé tras repetidos duelos
de oscurecidas prendas y presencias,
de adormecidas trazas y evidencias,
de renegridas tocas y pañuelos.
Así corrí los años, rezagado,
que revestían cuerpos y conciencias,
que velaban tormentos y abstinencias,
que sofocaban vuelos y revuelos.
Así mudé tras repetidos duelos
de oscurecidas prendas y presencias,
de adormecidas trazas y evidencias,
de renegridas tocas y pañuelos.
Así corrí los años, rezagado,
escudriñando retiradas metas,
pugnando por volar alzados vuelos.
Y volé por un cielo emborrachado,
pugnando por volar alzados vuelos.
Y volé por un cielo emborrachado,
en busca de luceros y cometas,
a la zaga de efímeros consuelos.
Magnífico soneto en busca de la verdad y la vida por cielos estrellados libres de tormentos y dogmas.
ResponderEliminarSaludos.