Vapores endulzados, celestiales;
sólo un patrón: desfiles imperiales;
Manuel Benítez: pases naturales;
ritmo pop: los cuarenta principales.
Traición de los candores infantiles;
belleza pura de los quince abriles,
ardor de las turgencias femeniles,
mañanas de calor, tardes febriles.
Volcán en erupción: disimetrías;
vestales imposibles, utopías;
nocturna solución: cochambrerías;
El viernes, bisbiseo tembloroso;
confesión con el clérigo casposo:
antídoto del tufo sulfuroso.
Ciertamente asi pasaban las semanas, donde los viernes o sabado pagábamos nuestros sueños de rodillas en el confesionario, cambiándolos pos avemarías y padrenuestros.
ResponderEliminarUn abrazo.