En el oscuro duelo del sesenta
unos dicen que el mundo es de colores,
y esta luz psicodélica se enfrenta
al haz de los pretéritos valores.
Lucha cruenta de soles contra nubes:
los Beatles entonando el "Love me do",
los curas proyectando en cineclubes
y el Papa desmontando algún tabú.
Pero el clérigo sigue con su credo,
inquiriendo si se hizo tantas veces,
y grabando en el joven culpa y miedo...
(sin poderse evitar, por más que reces).
Así vivimos la noche truculenta:
unos dicen que el mundo es de colores,
y esta luz psicodélica se enfrenta
al haz de los pretéritos valores.
Lucha cruenta de soles contra nubes:
los Beatles entonando el "Love me do",
los curas proyectando en cineclubes
y el Papa desmontando algún tabú.
Pero el clérigo sigue con su credo,
inquiriendo si se hizo tantas veces,
y grabando en el joven culpa y miedo...
(sin poderse evitar, por más que reces).
Así vivimos la noche truculenta:
anotando borrones en la cuenta.
Que hemos avanzado desde entonces a hoy, quizas, lo que si es seguro que retrocedemos a mayor velocidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así fue y no sé que hubiera sido de nosotros sin la música de los Beatles y compañía.
ResponderEliminarUn soneto con aires británicos.
Saludos.