Ha vuelto de puntillas, sigilosa,
ocupando, intrigante, los ambientes,
tomando los cerebros de las gentes,
plantando su bandera artificiosa.
Se anuncia la muñeca de Famosa,
el cava de burbujas refulgentes,
los perfumes que ponen tan calientes,
el turrón de la viuda esplendorosa.
Las noches ya se ven engalanadas
por luces que derrochan la energía
de un pueblo con sus fuerzas agostadas.
Se compra una ilusión de lotería,
se ajustan comilonas desganadas,
se proclama, por bando, la alegría.