viernes, 18 de noviembre de 2011

El lápiz de dos puntas (Soneto 577)


Nunca he dejado el lápiz de dos puntas,
desde el tiempo lejano de estudiante,
siempre con los apuntes por delante,
subrayando conceptos y preguntas,

hasta estos de polémicas conjuntas,
en que la hostilidad nunca es bastante,
que por el uso práctico y constante
me lo va rebajando el sacapuntas.

El rojo para asuntos principales,
el azul para los accidentales,
la línea enderazada por mi pulso,

buscando siempre la opinión notable,
la noticia excelente y apreciable,
y apartando lo estúpido y lo insulso.




1 comentario:

  1. Buena herramienta ha sido y sigue siendo para el estudio, aunque ahora la mayoría de la gente usan, como no, esos rotuladores que los hay de todos los colores y tamaños.
    Yo también lo tengo, el de dos puntas, en mi mesa siempre.
    Un abrazo.

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