La larga manecilla en menos diez,
la corta por el nueve retozando,
mis dedos el teclado aporreando,
y el cuarteto nació con brillantez.
Puede ser que parezca estolidez
sin ninguna razón andar volando,
pero las menos cinco ya están dando
y esto va progresando con fluidez.
A pique de incurrir en algún fallo,
como en esos que diz anacolutos,
en segundo terceto pronto me hallo,
y al galope, como los nobles brutos,
sin pausa, sin dilema y sin desmayo,
el soneto he montado en diez minutos.
Eso es oficio, en diez minutos el soneto y bien, terminado. Ahí queda eso.
ResponderEliminarUn abrazo.
De antemano te digo que eché algo más de diez minutos, pero el caso requería esa "pequeña" licencia.
ResponderEliminarUn soneto veloz y galopante,
me dispongo a escribir apresurado,
con cuaderno, de apuntes, atestado,
y mi asiento de rima consonante.
Intento descartar las asonantes,
si alguna “ese” se cuela, no es pecado,
que no hay que ser tan pulcro y remilgado,
y más, con un reloj por comandante.
Por el noveno voy en seis minutos,
y aunque con versos ligeros y enjutos
terminaré en diez, tú dalo por hecho.
En la recta final el condenado,
con el doce más uno se ha atascado,
pero a tiempo termino satisfecho.
JMM Botillo.
¡Bravo! Vivimos en un mundo dominado por las prisas. ¡Viva el soneto!
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