La siesta terminó en la duermevela
después de un solitario y leve almuerzo.
Turbado, por saber, hice un esfuerzo:
y pude ver la demencial candela.
Y después otro avión en la gemela,
que llegó como bélico refuerzo,
por orden de un colérico mastuerzo
que llenó la ciudad de muerte y vela.
Y supe de otro avión sobre la yerba;
y otro más en la sede del gobierno.
Y cavilé que Rota está cercana.
Y temí que esa gente tan proterva
pudiera provocar un nuevo infierno
en la base naval americana.
Terrible aniversario de la sin razón y la barbarie. Todos los extremismos son malos, pero los que utilizan la religión como bandera realmente son los peores y mas difíciles de controlar. la historia recordara este atentado como un ejemplo de lo que nunca debió de suceder.
ResponderEliminarUn abrazo.
No me extraña que sientieras miedo. Todos nos asustamos y no poco.
ResponderEliminarMe sigue asombrando tu capacidad para hacer sonetos con cosas tan terribles.
Besos.
Un día desgraciado que ojalá no tuviéramos que recordar con tristeza...¡No es justo!, tantos inocentes...
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