Cuando aún pocas cosas conocía,
los veranos pasaba en la ribera
que se asoma arenosa y marinera
a la salada luz de la Bahía.
Mi madre procuraba mi alegría
enseñándome el mundo a su manera;
Mi madre procuraba mi alegría
enseñándome el mundo a su manera;
pasando el vaporcito de madera,
su voz de terciopelo me decía:
su voz de terciopelo me decía:
¿Ves el barco que sale allí del río?
Es el Vapor, que parte desde El Puerto
y a Cádiz va luciendo su tronío.
Y yo lo contemplaba boquiabierto,
fijando en mi retina su atavío,
buscando tras su estela el rumbo cierto.
Perdona el retraso en el comentario, pero sigo de vacaciones y ando un poco extraviado.
ResponderEliminarVi la noticia en la TV, una pena, yo he ido en el mas de una vez y ahora me recuerdo con cariño y nostalgia.
Un abrazo.
La sensación de que algo importante se pierde, es triste.
ResponderEliminarPero ¿se hundió sin más?, es que no he visto las noticias, y no tenía ni idea.
Tu soneto, hermoso, como siempre.
Un abrazo