sus probos compañeros del Senado,
que haciendo una excepción, le han otorgado
- ya que poco le queda en candelero -
un trato deferente y caballero,
- ya que poco le queda en candelero -
un trato deferente y caballero,
de modo que ninguno le ha zurrado;
y así ha salido el hombre confortado,
contento, satisfecho y pinturero,
sin pensar que lisonjas y alabanzas
no se dan al que fizo tanto entuerto,
ni al tierno defensor de las confianzas:
que en la coba, escondido y encubierto,
va de suyo que tales demostranzas
son signo de un fatal olor a muerto.
y así ha salido el hombre confortado,
contento, satisfecho y pinturero,
sin pensar que lisonjas y alabanzas
no se dan al que fizo tanto entuerto,
ni al tierno defensor de las confianzas:
que en la coba, escondido y encubierto,
va de suyo que tales demostranzas
son signo de un fatal olor a muerto.
Desde luego hay que tener un estomago a prueba de todo para ser político, y aqui no se escapa ninguno.
ResponderEliminarUn abrazo.