miércoles, 14 de septiembre de 2011

Zapatero se despide del Senado (Soneto 512)



Ayer han despedido a Zapatero
sus probos compañeros del Senado,
que haciendo una excepción, le han otorgado
- ya que poco le queda en candelero -

un trato deferente y caballero,
de modo que ninguno le ha zurrado;
y así ha salido el hombre confortado,
contento, satisfecho y pinturero,

sin pensar que lisonjas y alabanzas
no se dan al que fizo tanto entuerto,
ni al tierno defensor de las confianzas:

que en la coba, escondido y encubierto,
va de suyo que tales demostranzas
son signo de un fatal olor a muerto.




1 comentario:

  1. Desde luego hay que tener un estomago a prueba de todo para ser político, y aqui no se escapa ninguno.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar