Le gustaba vivir, gastar la vida,
trasnochar con sonrisas y cervezas,
brindar la carcajada a las certezas
y escarnecer la sinrazón manida.
Desdeñaba la pose relamida,
Desdeñaba la pose relamida,
las dobleces, jactancias y asperezas,
y era dueño de mañas y destrezas
y de una risa franca y distendida.
Se fue sin entender por qué marchaba
Se fue sin entender por qué marchaba
a los reinos ignotos de la nada
o acaso a las idílicas alturas.
Sigue aquí: que la vida no se acaba
Sigue aquí: que la vida no se acaba
mientras haya una imagen evocada
de sus gozos, afectos y dulzuras.
de sus gozos, afectos y dulzuras.
27 años ya, pero hay quien tiene un recuerdo para el.
ResponderEliminarUn abrazo.