Era duende, pureza, desmesura,
barrio viejo, campiña, gañanía,
gozo, miedo, valor, gitanería,
verdad, carisma, resplandor y hondura.
Era cardo, rosal, seso y locura,
patio claro y vivaz, pared umbría,
forzosa tosquedad, sabiduría,
desarreglo, desplante y compostura.
La Plazuela se pone un negro velo
y reza su pesar, quebranto y duelo
a la Virgen que llora en la capilla.
Adiós, Juan. Quedará tu voz doliente
en el compás auténtico y ferviente
de una limpia y llorosa seguiriya.
a la Virgen que llora en la capilla.
Adiós, Juan. Quedará tu voz doliente
en el compás auténtico y ferviente
de una limpia y llorosa seguiriya.
El duende del cante.
ResponderEliminarExtraordinario! Este cantaor debía ser la hostia, que te ha inspirado este peaso soneto
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