El de las albas barbas, rey Melchor,
el afable, discreto y buen Gaspar,
y el negrito querido, Baltasar,
persiguiendo un lejano resplandor
ofrecieron, pletóricos de amor,
ofrecieron, pletóricos de amor,
mirra para los duendes espantar,
incienso para el aire del pajar
y oro puro brillante y cegador.
Leyenda, historia, mito o embeleco,
Leyenda, historia, mito o embeleco,
volvemos esta noche a ser infantes,
y en nuestro corazón hacemos hueco
al paso de camellos y elefantes
al paso de camellos y elefantes
por gozar del pañuelo y el chaleco,
de los libros, los dijes y los guantes.
Una noche mas de ilusion y magia.
ResponderEliminarFeliz año 2014
"Por el 5 de enero, cada enero"
ResponderEliminarM. Hernández "ponía...a la ventana"
sus humildes abarcas de cabrero
tan hechas a la pena cotidiana.
"Y hacia el 6" comprobaba siempre, empero
que ni un "rey coronado tuvo gana"
de regalarle traje ni sombrero
con que vestir sus sueños del mañana.
A su vez, los 3 magos del oriente
se portaron de forma diferente
con los niños que todo lo tenían
cubriéndolos (da igial que fueran malos)
de mimos y magnificos regalos.
Así es la vida. Ustedes lo sabían.