domingo, 2 de octubre de 2011

La duquesa y el funcionario (Soneto 530)


Todo el mundo pregunta qué le agrada
de la duquesa al probo funcionario,
pues resulta un poquito estrafalario
casarse con señora tan gastada.

Puede ser que le guste la chupada,
y que sueñe con un placer diario,
a la vista del baile extraordinario
que se gasta la boca de su amada.

O tal vez lo que prive al buen señor
es la moda de aquel diseñador,
que en España llegó a ser una estrella,

proclamando, valiente y convencido,
en materia de traje y de vestido,
que la arruga también puede ser bella.




1 comentario:

  1. No entiendo muy bien el amor de esta pareja, pero ellos sabrán de sus inclinaciones. Pero lo que de verdad no entiendo es el embobamiento mediático de este país de pandereta y chisme.
    Un abrazo.

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