Me gustan las mañanas luminosas,
el aire puro y fresco en el semblante,
el cielo azul, con nubes por delante,
las aves cantarinas y afanosas.
Me gustan los jazmines y las rosas,
una buena guitarra y un buen cante,
un soñador y un caballero andante,
unas cuantas palabras amistosas.
No me gustan la pompa ni el alarde,
ni tampoco la vana impertinencia,
ni pasar por chivato o por cobarde.
No me gusta el que peca de impaciencia,
ni el que llega a los sitios siempre tarde,
ni el que siempre me cuenta su dolencia.
Hermoso soneto donde dejas claro lo que te gusta y lo que no. Es coincidir en las mismas cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.