Mejor ser un sinvergüenza
que hacer el tonto en la vida.
Hay que robar sin medida,
que el dinero es lo que cuenta
y lo demás es mentira.
Tengo claros mis principios,
que hacer el tonto en la vida.
Hay que robar sin medida,
que el dinero es lo que cuenta
y lo demás es mentira.
Tengo claros mis principios,
inmutables y sagrados.
Pero si no los comparte
quizá podamos cambiarlos
por otros que más le agraden.
No me importan los demás,
me da igual lo que me digan.
Esta es la pura verdad:
yo soy un bala perdida
y no tengo más que hablar.
Pero si no los comparte
quizá podamos cambiarlos
por otros que más le agraden.
No me importan los demás,
me da igual lo que me digan.
Esta es la pura verdad:
yo soy un bala perdida
y no tengo más que hablar.
Yo diria que te has echado al monte.
ResponderEliminarUn abrazo.
NOVELA VICIOSA
ResponderEliminarCAPÍTULO I
A Luisja le gusta el ron,
el güisqui, el vodka, el champán,
la cerveza (pero con
alcohol), el pacharán,
y hasta el vino Don simón.
Siempre lleva una petaca
llena de licor de coco
y, aunque bebe como un loco,
no tiene jamás resaca
ni cagalera tampoco.
CAPÍTULO II
Trabaja en una bodega
de maestro catador,
por lo tanto nunca llega
tarde a cumplir con su brega
de perito bebedor.
Cuando sale del currele
se va de cabeza al bar
y no para de privar
hasta que el dueño le impele
a abandonar el lugar.
CAPÍTULO III
Cierta noche que volvía
Luis Javier hacia su queli,
para ver allí una peli
pimplando Tía María,
le espetó un camello en cheli:
“Llevo un jaco to puntero.
¿Quieres, tronco?”. “No, no quiero”.
“La papelina es barata.
Venga, no me seas rata”.
“Vale, dame un gramo entero”.
CAPÍTULO IV
20 semanas después
del capitulito 3
se administra Luisja en vena
heroína de la buena
todos los días del mes,
mas su hermana, por fortuna,
que responde al sobrenombre
de Mónica la chotuna,
le induce a que ya de una
vez vaya a Proyecto Hombre.