Un plátano zampose el Anastasio,
hombre sabio y cabal que mucho vale,
porque el cuerpo pedíale potasio,
y en potasio no hay fruta que lo iguale.
Otra pieza comió Carlos José,
que notando tal vez cierta carencia
la completó con vitamina B,
que en el plátano tiene gran presencia.
También aconteció un veraz suceso:
mi vecina, que todo lo disfruta,
por cierta desazón que no confieso,
se peló un ejemplar de nuestra fruta.
Moraleja: en cualquiera circunstancia
el plátano nos brinda su sustancia.
John Redhair, buenos días. Lo primero
ResponderEliminarque quiero es preguntarle por su oficio
(pues tengo de la duda el beneficio):
¿Usted es funcionario o es frutero?
Sinceramente, John Redhair, espero
que se muestre indulgente con mi vicio
de preguntar (sin pompa ni artificio):
¿Para cuándo un soneto sobre el pero?
Anastasio, C. J. y su vecina
hoy domingo me alegran la mañana
haciéndome reír de buena gana,
ya sea en el salón o en la cocina.
Por cierto, la naranja y la banana
figuran en mi dieta cotidiana.
Supongo que la chirimoya también estará en tu dieta:
Eliminarhttp://elreinodelsoneto.blogspot.com.es/2010/09/barrunto-del-otono-soneto-158.html
Cierto es que esta fruta tiene muchas propiedades y avle para muchas cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente soneto al humilde pero polifacético plátano, ya se lo venía mereciendo.
ResponderEliminarSaludos.
El plátano Puede curar úlceras gástricas, ayudar a regular la presión arterial y también el estado de ánimo.
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