No sé, lo desconozco, no recuerdo,
no me consta, olvidé, no tengo datos,
con tanto cuestionario es que me pierdo,
casi me ofende que hable de esos tratos...
Nunca vi, me ocupaba de otras cosas,
en mi casa ni mando ni decido,
no noté transacciones sospechosas,
confiaba ciegamente en mi marido...
Pensaba que era pingüe su trabajo,
si firmaba lo hacía sin mirar,
mi papá me prestó porque es muy majo,
no me queda más nada que contar...
Entonces ni sabía, ni veía...
Eso es lo que pasaba, Señoría.
no me consta, olvidé, no tengo datos,
con tanto cuestionario es que me pierdo,
casi me ofende que hable de esos tratos...
Nunca vi, me ocupaba de otras cosas,
en mi casa ni mando ni decido,
no noté transacciones sospechosas,
confiaba ciegamente en mi marido...
Pensaba que era pingüe su trabajo,
si firmaba lo hacía sin mirar,
mi papá me prestó porque es muy majo,
no me queda más nada que contar...
Entonces ni sabía, ni veía...
Eso es lo que pasaba, Señoría.
Y QUÉ DECIR DE GRANADOS
ResponderEliminarEl senador Granados (hombre honrado,
según sus compañeros de partido)
está en boca de todos porque ha sido
pillado con el carro del helado.
Al insigne señor le han encontrado
en una cuenta en Suiza -me la pido-
másde un millón de euros -¡Qué bandido!
Perdón por la expresión, se me ha escapado-.
Pero lo coherente en este instante
es permitir que el prócer, Dios mediante,
se explique de manera concluyente;
por lo tanto, Granados, adelante:
"Sabéis que yo presumo de ir de frente.
Todo es conspiración. Soy inocente".
La carcel solo es para lo pobres, para los ricos son los recursos, la presunción de inocencia hasta que prescriban los delitos. Yo quiero ser rico e inocente de por vida.
ResponderEliminarUn abrazo.