Son muchas las figuras del balón
- según se puede ver en los partidos -
las que muestran por Dios, muy recogidos,
pública y fervorosa devoción.
Hay alguno, bajito y cabezón,
que ante los periodistas sorprendidos,
y los hinchas contrarios abatidos,
a Dios atribuyó su transgresión,
que en marcar con la mano consistió,
cuando eso en el fútbol no es legal.
Pero al cabo del tiempo fracasó
al mando de Argentina en el mundial.
¿Fue la mano de Dios la que falló?
¿O Alemania jugó fenomenal?
Maradona, muy mal:
primero al oso tienes que prender
y ya después la piel podrás vender.
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