Hoy no me quedan ganas de escribir;
lo que más me apetece es descansar;
divagar, no hacer nada, no pensar,
pasar las horas muertas y dormir.
Mañana volverá el sol a salir,
los pájaros sus trinos a entonar,
los líricos sus versos a rimar,
los tristes sus congojas a sufrir.
Hoy escribo por mera y pura inercia:
a ver quién el soneto me comercia.
Por eso me he plantado en este punto
sin tener propiamente un buen asunto;
aunque voy completando este conjunto
poniendo lo primero que se tercia.
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