No es verdad que eres ene arrodillada;
tampoco que naciste en Zaragoza,
pero sí que le zumbas a la moza
que goza de su mozo azucarada.
Te escriben con el lápiz y la espada;
eres zorra simpática que goza,
se zafa, zanganea y alboroza,
se roza y se zurriaga zozobrada.
Danzas bien el zorongo y el zorcico,
la mazurca y la alegre zarabanda,
y también la zandunga y el danzón.
Le zurras al zagal con zamarrico,
al que azotas maciza zurribanda
por zoquete, latazo y zorrastrón.
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