Con lo poco que cuesta saludar,
hay persona que niégame el saludo;
si con eso me quiere castigar,
no me importa que se haga el sordomudo.
Con su actitud me quiere demostrar
que es un tipo cabal y cojonudo,
mientras yo soy un ser de armas tomar
que lo tengo con él bastante crudo.
Tiene el cuello nervudo y musculado
de volverlo hacia atrás cuando se cruza
mostrando ese semblante despectivo.
Y el entrecejo lúcelo arrugado
de poner esa cara de gentuza
y sufrir mal proceso digestivo.
Una consulta al google rutinaria
ResponderEliminarme dio tu blog, tu web o lo que sea;
qué hermoso es cuando ves cundir tu idea:
ya no será una idea solitaria.
¡Otro que hace una poesía diaria!
quizá verá lo mismo que yo vea,
le gustará lo que a mí me recrea.
¡Qué noticia más extraordinaria!
Puedes imaginar cómo me siento:
por un lado fetén, feliz, contento,
como al hallar a Viernes Robinsón.
Mas me mosquea, por el otro lado,
que, en versos, eres tú mejor versado,
y cumples, uno al día: y yo, non.