jueves, 30 de octubre de 2014

Retirarse a tiempo


Te perdió la soberbia. No te fuiste
en el momento en que se abrió la caja
de los truenos y ardió Troya. Ya baja
el plato. Cachondeo: tú lo dijiste.
Con esto, como todos, ando triste.
Porque la pena a la ciudad ultraja;
su imagen se aminora y resquebraja:
el puñado de trigo se hace alpiste.
Pensaste que por ser la dama ciega
violarías la norma sin ser visto.
Fuiste torpe, a pesar de ser tan listo:
san Martín es verdad que siempre llega.
Te perdió tu soberbia y estulticia:
tropezaste al final con la justicia.

1 comentario:

  1. Todos creen que a ellos no los van a pillar y aunque muchos se escapan y otros pagan solo una centesima parte de lo que deberian, algunos si entran en donde no deberian salir nunca.
    Un abrazo.

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