lunes, 29 de julio de 2013

Resurrección de Quevedo (VI)


 
Y no hemos de olvidar a los galenos
(no todos, para hacer cabal justicia)
que orientados por pérfida codicia
sólo procuran sus bolsillos llenos.

Lo mismo abomban desinflados senos
(con un pezón mirando hacia Galicia
y el otro, de momento, sin noticia)
que tuercen los hocicos que eran buenos.

Dejan en la miseria al desdentado,
y cobran por la sangre analizar
de modo que te dejan desangrado.

Y alguno incluso para en olvidar,
en la tripa de algún asegurado,
la gasa y las tijeras de cortar.

 


miércoles, 17 de julio de 2013

Resurrección de Quevedo (V)


Tenga vuestra merced también presente
que, al igual que el Buscón de sus renglones,
mantenemos en nómina buscones
que torcidos los trazan comúnmente.
 
Pues que no guardan otra cosa en mente
que apilar cientos, miles y millones
nacidos de amañadas subvenciones
que nunca les parecen suficiente.
 
Y no olvide su forma femenil,
la que troca el vocablo en la buscona,
clásico alivio del ardor viril.
 
Hoy las vemos, postrados en tumbona,
en horario de adulto o de infantil,
en la tele mugrienta y retozona.
 
 

lunes, 15 de julio de 2013

Resacas (y XIV)

 
 
De la gran borrachera resacoso,
hastiado, avinagrado el paladar,
pesado como el plomo el despertar,
convaleciente el corazón premioso.
 
Memoria del momento esplendoroso,
y también del quimérico soñar,
y de la tentación por desertar,
y del placer efímero y culposo.
 
Se nutre la ebriedad del vino amargo,
y del néctar de cubas centenarias
que saben del sopor y del letargo.
 
Yo me harté de proclamas cavernarias,
cargué con la sanción y su recargo:
me emborraché de culpas y plegarias.
 
 


miércoles, 3 de julio de 2013

Resacas (XIII)

A la zaga de efímeros consuelos
van marchando, a compás de tropezones,
cuarto y mitad de las generaciones
que el mundo llenan de fulgor y yelos.
 
¡Qué tropa de famélicos y lelos
arrastran sus pesados corazones
olisqueando trampas y razones
trazadas por fervores y recelos!
 
¡Oh, pueblo, huero de palabras cálidas,
que buscas el calor en torvas yerbas
y en alcoholes de efecto quejumbroso!
 
Muestras tus caras lívidas y pálidas,
tus papilas lacónicas y acerbas…
...de la gran borrachera resacoso.