Mi limonero escuálido y sufrido
ya tiene entre sus ramas una esfera
que es signo de que estamos a la espera
del fruto deseado y presentido.
Después de ver el árbol florecido
al poco de brotar la primavera,
nos llega esta sorpresa advenidera
con ácido sabor esclarecido.
Son tres años de espera vigilada
colmada de cuidados maternales
hasta avistar la rama ya preñada.
Después de los floridos esponsales
nos va a llegar la fruta acariciada
por fin con los calores estivales.
Precioso, y la música me ha dejado tocada. Debes ser un tipo muy sensible, John. Sigue así. Soy Alice.
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