Poema de amor

Déjame que te sueñe y que te vele,

que te atisbe, te mire y te remire,

que te pinte, te entone y te modele,

que te piense, te atienda y te respire.

Déjame que te suba en una nube,

que te endiose, te encumbre y te imagine,

que proclame tu rostro de querube,

que me ciegue, delire y alucine.

Déjame, amor, iluminar tus luces,

cruzarme en los calvarios de tus cruces,

penar los yerros de tus leves fallas.

Déjame, amor, amanecer tu aliento,

sustentar mi razón con tu alimento

y advertir tu designio cuando callas.

La Guardia de Jaén

He conocido un pueblo generoso,
de antigüedad ibérica y romana,
tocado por la mano musulmana
antes  del castellano vigoroso.

Su verde alfoz se extiende, silencioso,
admirado en la angosta barbacana
que se abre en su alcazaba soberana:
¡olivar milenario y prodigioso!

Mas su historia, con ser grande y bienquista,
queda corta si se hace parangón
con la gente que pisa sus costanas.

Es La Guardia de Jaén la que conquista
mi dócil y obsequioso corazón,
con sus hembras rumbosas y lozanas.

De atracones navideños

Déjame que me zampe, a mi albedrío,

todo lo que me encuentre en la cocina:

un pavo, una perdiz, una gallina…

que quede el frigorífico baldío.

Dame ya un polvorón, que me entra frío;

y una copa de anís, y una hojaldrina,

y un quilo de alfajores de Medina…

que me muero de gusto y  me extasío.

Yo no sé de empalagos ni de hartura

cuando llega la Pascua navideña:

abandono la fruta y la verdura

y me doy a lo que es el santo y seña

de estas fiestas de amor y de ternura:

el polvorón. ¡Que viva La Estepeña!

Paripé por la independencia

Esto no es referendum ni consulta,

sino vil paripé, farsa y comedia,
que ojalá nunca llegue a ser tragedia
por culpa de conducta tan estulta.

Votó ya la confiada turbamulta
soflamada por voces multimedia,
y si esta situación no se remedia
sabrá Dios qué dislate nos resulta.

Que a base de descaro y de cinismo
lograron unos cuantos insensatos

montar un disparate de espejismo.

Y nos toman por simples mentecatos

diciendo que triunfó el independentismo...

...votando en una caja de zapatos.

Retirarse a tiempo

Te perdió la soberbia. No te fuiste

en el momento en que se abrió la caja

de los truenos y ardió Troya. Ya baja

el plato. Cachondeo: tú lo dijiste.

Con esto, como todos, ando triste.

Porque la pena a la ciudad ultraja;

su imagen se aminora y resquebraja:

el puñado de trigo se hace alpiste.
Pensaste que por ser la dama ciega
violarías la norma sin ser visto.
Fuiste torpe, a pesar de ser tan listo:
san Martín es verdad que siempre llega.
Te perdió tu soberbia y estulticia:
tropezaste al final con la justicia.

Amanecer

Se enfrentan cruentos fúlgidos temblores

en el amanecer de otoño enardecido

cuando afloro en el alba renacido

tras las horas de alientos soñadores.

Me rindo a los sangrientos resplandores,

al cielo incandescente y confundido,

al combate de luces presentido,
a los rayos de sombras vencedores.

Quieren los cirros domeñar triunfales
del sol novicio al blanco cegador
alzado en horizontes orientales.

Y en la contienda el astro triunfador
las tiñe de matices cardinales
proclamando la gloria del color.

Sinónimos de ladrón

Ratero, caco, randa, estafador,

atracador, cleptómano, trilero,

bandido, robaperas, butronero,

cuatrero, descuidero, timador.

Chorizo, comadreja, maleante,

cohechador, usurero, ladronzuelo,

rapiñador, rufián, gato, pilluelo,

desfalcador, receptador, mangante.

Bandolero, hurtador, pillo, pirata,

afanador, apropiador, sablista,

plagiador, trapacero, carterista,

saqueador, sisador, pícaro, rata.

Sinónimos son todos de ladrón.

¡Cómo está de repleta la nación!

Cataluña independiente

Que se separen, si es su voluntad.

¿O es que vamos a estar siempre en lo mismo:

exigencia,  protesta, victimismo,

demagogia, estulticia y necedad?

Afrontemos por fin la realidad:

ellos dicen que existe antagonismo,

insuperable como un gran abismo

porque tienen su propia identidad.

Y que España les roba y da sablazo

es su lema, su leitmotiv y achaque,

según enseñan presto en las escuelas.

Que se vayan, que visto el pujolazo,

no hace falta que España les atraque:

ya tienen a su propio Luis Candelas.

Jordi Pujol y los andaluces (acróstico)

Puso de vuelta y media al andaluz 
Un catalán enano y jorobado, 
Jactancioso de ser recto y honrado, 
Otrora de su fiel nación la luz. 
Lleva una marca a fuego en su testuz: 
Es la marca del vil degenerado, 
Sujeto hipócrita, ladrón bragado, 
Católico de huera y falsa cruz. 
Honorable no más que inmunda rata, 
Oprobioso felón, indigno usía, 
Ratero de levita y de corbata, 
Infame carne de comisaría, 
Zorrastrón sólo activo por la plata... 
Otra vez deje en paz a Andalucía.

Lunes

Harto de trasegar todo el güiquén,
vuelvo derrengadito a la oficina,
con un aturdimiento que domina
mi organismo y mi espíritu también.

Del hastío y la abulia soy rehén,
una angustia vital me indisciplina
y la ansiedad me turba y descamina
del modus operandi más fetén.

¿Qué tienes, Lunes, que mi ardor apagas?
¿Por qué me haces volver hecho unas bragas?
¿No ves que la congoja no es muy sana?

Eres fuente del tajo chapucero,
del desánimo chungo y pasajero:
la fecha funeral de la semana.

Más sobre el Molt

Con P de pasta empieza tu apellido,

Pujolete trincón del tres por ciento,

honorable no más que en tratamiento,

convergente ratero consentido.

Embaucador con la verdad reñido,

puedes decir "yo robo más que miento"

y "mi prole heredó mi gran talento",

que entonces por veraz serás tenido.

Perdurará tu jeta más fenicia
en la memoria sucia de tu herencia,
adalid de la infamia y la codicia.

Se comprende tu afán de independencia:
por controlar torcida la Justicia
para tapar tu mísera indecencia.

El Molt Honorable

¿De dónde viene el término honorable?

De honor, qué duda cabe. ¿Qué es honor?

Lo tienen la señora y el señor

que no roban al pueblo respetable,

ni mienten de manera miserable,

ni defraudan al fisco al por mayor,

ni colocan al hijo en lo mejor,

ni gastan una jeta detestable.

¿Qué significa molt? Muy significa.

Es decir, que antepuesto al sustantivo

un escalón superlativo indica.

En este caso, ¿qué superlativo?

La confesión del tipo bien lo explica:

molt granuja, molt pícaro, molt vivo.

Presuntuosos

Con frecuencia me topo algún sujeto

venido al mundo en cuna más bien baja,
que nunca demostró ser una alhaja,
y que no vale más que su esqueleto,

jactancioso de ser tataranieto
de la pata del Cid; que se trabaja
las prendas con un look que siempre encaja
y encubre que en el fondo es un cateto.

Su lenguaje engolado sobresale,
de petulancia su ego se alimenta
y no falta un huevón que le regale.

Así que un gran negocio se presenta:

adquirirlo no más por lo que vale

y revenderlo por lo que aparenta.

Lameculos

Al final se comprueba en esta vida

que dar jabón en vez de dar estopa

es mejor para ver siempre a la tropa

satisfecha y cordial: bien avenida.

Por eso es cualidad tan ordinaria

la del que mueve el rabo, zalamero,

secundando a compás, como el palmero,

sin llevar nunca a nadie la contraria.

Lisonja, adulación, coba y halago

sobrevuelan la tierra, codiciosos,

procurando favor y gracia en pago.

¿Tornaremos a vernos, cautelosos,

dispuestos a pasar por cualquier trago:
lameculos, rastreros y babosos?

El aforamiento

 

Se cursa el aforamiento

del rey recién abdicado

por tener asegurado

que no haya procedimiento

que ponga a tal elemento

en peligro de condena,

pues por todos lados suena

que por su incesante rijo

puede que salga algún hijo

de alguna mujer ajena.

Apuntes sobre la proclamación

 

La nueva reina Letizia,

canijita y operada,

será siempre comparada,

con displicencia y malicia,

con esa reina patricia

que nos trajeron de Grecia.

Si Peñafiel la desprecia,

yo soy entusiasta de ella:

que aunque naciera plebeya

no tiene un pelo de necia.

A Felipe VI

Bienvenido, Felipe, a las Españas:

las que escriben en oro sus historias,

las que lucen manchadas sus memorias,

las que hieren a diario las entrañas.

Bienvenido al lugar de las hazañas,

de las gestas, honores y victorias;

de las ansias y metas ilusorias,

de los bulos, camelos y patrañas.

Dios te guarde, Borbón de nuevo cuño,

de la palabra que pronuncia el puño

y el desliz de un teniente coronel.

Y que vengan los hados bien propicios:

te eximan de desgracias y estropicios

y de la España que destila hiel.

Apuntes sobre la abdicación (2)

 

El problema (problemón)

está en la infanta Cristina,

a la que Castro destina

la próxima imputación.

Recela la institución

con tal posibilidad:
que si se hace realidad,
será un nuevo deshonor
que no hará ningún favor
a la magna autoridad.

La República reclaman
al hilo del abandono,
ante lo cual yo razono
que su fuerzas desparraman
los que con tanto ardor llaman
al giro institucional,
pues la cosa será igual
con monarca o presidente:
que los males del presente
no tienen punto final.

Apuntes sobre la abdicación

 

Dice la Constitución

que por orgánica ley,

caso de abdicar el Rey,

se rija la sucesión.

Como llegó la ocasión,

y no se puede esperar,

no para de trabajar

el equipo monclovita

en esa ley que permita

a don Felipe reinar.

Se sostiene con malicia,

Peñafiel a la cabeza,

que no será buena alteza

la nueva reina Letizia.

Pienso que no hacen justicia

los que difunden tal cosa.

Que además de ser hermosa

está muy bien preparada,

sabe actuar con mucho esmero,

y del flamante heredero

permanece enamorada.

La reina doña Sofía,

mientras abdica el marido,

según parece se ha ido

lejos de esta geografía.

¿Qué clase de correría

no puede eludir la greca?

¿Es que el Rey por fin la trueca

por la dorada Corinna,

y ella, que se lo imagina,

prefiere hacerse la sueca?

La abdicación

 

Muy buen trabajo, Majestad, misión
cumplida. Se retira el primer rey
que trajo democracia a la nación
y paz bajo el imperio de la ley.

Navegó con la brújula apuntando
al puerto de la ignota libertad:
no lo olviden aquellos que clamando
están por una nueva realidad.

Lo demás, las corinas y elefantes,

quedarán eclipsados, hoy que abdica:
tales fallos no son tan importantes;
la Historia los pondrá con letra chica.

Comparto la cordura de abdicar:
que ya se merecía descansar.

Ver este otro soneto

La infamia humana

 

 

¿Hasta dónde la humana sinrazón

puede llegar? Que ni los animales
consuman ignominias tan brutales
como el hombre. ¡Qué infame condición

la de este ser que arrastra tradición
de matar por matar a sus iguales!
Ni hienas, ni serpientes ni chacales
alcanzan a matar con tal tesón.

¿A dónde ha de subir el grito acerbo
que clama por un hombre apaciguado,
que al prójimo no trate como a siervo,

que aprecie como igual al que está al lado,
que no ejerza de rata ni de cuervo?
¿Para cuándo, por fin, civilizado?

El Papa y el celibato sacerdotal

 

No es un dogma de fe, según Francisco,

eso del celibato de los curas.

¿Podrán por fin casarse las criaturas

y embridar el fornicio levantisco?

 

Que no es sano vivir cual basilisco,

sometidos a bárbaras torturas

por no poder saciar las calenturas

que los dejan baldados y hechos cisco.

 

Aunque en vista del gusto predilecto

que muestran por la barba y por el recto,

yo propongo que en esa nueva ley

 

no sólo con mujeres sean las bodas,

sino que en atención a tales modas

se consienta también la boda gay.

 



La Décima

El fantasma asomó; las ilusiones

de la alianza del parco Manzanares

se hundieron: otra vez negros pesares

desazonan al club de los colchones.

Un camero sobrado de calzones

puso la chola, alzando a los altares

al merengue: ¡qué dicha en los hogares

de los fanes del club de los millones!

Pero ya el Cholo visitó a Neptuno,

adalid  por su lema: de uno en uno;

erigiéndose en dios, como el del mar.

Y el ítalo Ancelotti, polo opuesto

de aquel luso a la bronca predispuesto,

a la diosa Cibeles fue a parar.

Revivir

Todo puede volver, nada es perdido;

que el mundo es rueda, recurrente noria,

mezcolanza de olvido y de memoria,

vivir de nuevo lo que fue vivido.

Se corona el temblor enardecido,

reverdece la cima transitoria,

se transcribe al papel la nueva historia:

el resplandor del gozo renacido.

Rematado un periplo de espesura

se puede retornar al punto fuerte

y reemprender, con bríos, la aventura.

Hoy me siento premiado por la suerte

al revivir, en toda su hermosura,

el estertor de la pequeña muerte. 



Cuarto viernes de Cuaresma

Gracias, Señor, por aceptar tu sino

sabiendo que la ofensa y la tortura

iban a ser tu cáliz de amargura

en aquel lóbrego y fatal camino.

Gracias por asentir al plan divino,

que comprendía la crucial ventura

de tu martirio, muerte y sepultura

por amparar nuestro postrer destino.

Gracias porque eres Dios, y siendo humano,

tu sangre derramaste generosa

para volver tu Cielo más cercano

al hombre que, con mano temblorosa,

escribe un verso tímido y liviano

ante tu Cruz doliente y misteriosa.