martes, 30 de noviembre de 2010

F.C. Barcelona 5 - Real Madrid 0 (Soneto 223)

El Barça-Madrid en imágenes

Qué paliza le ha dado el Barcelona
al once de Mourinho y de Cristiano:
le ha marcado los dedos de una mano
a un Real sin dominio ni corona.

Un Madrid que se ufana y que blasona,
pero que hizo un partido oscuro y vano,
por culpa de ese tándem lusitano
que en los momentos clave no funciona.

Los culés poseyeron el balón,
lo movieron con arte y poderío,
disputaron con fuerza y ambición,

se lucieron con genio y con tronío,
vibraron con su tórrida afición...
y el Madrid sin poder decir ni pío.

(Ver soneto 181)
(Ver soneto 7)

lunes, 29 de noviembre de 2010

Zapatero y los empresarios (Soneto 222)


¿Qué te iban a decir los empresarios
que tú ya no supieras, Zapatero?
Pues que has de reformar más bien ligero,
que se van a agotar los calendarios.

Los curros ya se han hecho más precarios,
pues eso es por lo visto lo primero
que interesa al sistema financiero
 cuando surgen problemas monetarios.

Y ya les va a tocar a las pensiones
que incrementen el tope del retiro
dos años más de lo reglamentado.

Eso sí que me toca los pendones,
porque precisamente a lo que aspiro
es a estar lo más pronto jubilado.

(Ver soneto 89)


domingo, 28 de noviembre de 2010

Barack Obama recibe doce puntos en un labio (Soneto 221)


Doce puntos le han dado al presidente,
no en encuesta ni en una votación,
pues ha sido por una colisión
jugando al baloncesto con su gente.

El médico, que vio la cosa urgente,
atendiendo a su egregia condición,
el labio le ha cosido, con unción,
con un hilo más fino que el corriente.

Pues se teme que al morro renombrado
de tan sobresaliente mandatario
le quede cicatriz que se distinga.

Por eso al que la herida ha provocado
le han dicho que el codazo al dignatario
otra vez se lo dé en la misma minga.

(Ver soneto 186)

sábado, 27 de noviembre de 2010

Vientos de cambio (Soneto 220)


Soplan vientos de cambio en el ambiente,
lo que hace que se observen movimientos
de algunos señalados elementos
que cambian de camisa de repente.

Van mostrando su encanto más ferviente
en todos los más ínclitos eventos
a aquellos que presentan incrementos
en la intención del voto de la gente.

"Jijijí, jajajá, qué bien te sienta
esa corbata rosa, candidato"
- adulan sin pudor los chaqueteros.

Pero tienen la vista muy atenta,
pues queda medio año de mandato,
y no quieren aireados sus traseros.

(Ver soneto 197)

 

jueves, 25 de noviembre de 2010

Recordando al Cándido volteriano (Soneto 218)


Terremotos, tsunamis, explosiones,
epidemias, pobreza, terrorismo,
genocidios, desastres, vandalismo,
accidentes, desfalcos, violaciones;

guerras, calamidades, ablaciones,
crímenes, avalanchas, salvajismo,
huracanes, torturas, despotismo,
corrupción, hundimientos, erupciones...

son de un lado desastres naturales,
y del otro mortal malevolencia,
que nos hacen dudar de los ideales.

Afrontemos la duda con sapiencia,
y cuidemos, cual Cándidos fatales,
nuestro jardín con pertinaz paciencia.

 


miércoles, 24 de noviembre de 2010

Esquelas (Soneto 217)


Estamos en el mes de los difuntos,
y ahora los periódicos contienen
esquelas en que varios muertos vienen
como si hubieran muerto todos juntos.

Estos muertos nombrados en conjuntos
un común rasgo todos ellos tienen,
y es que eran socios - de esos que mantienen -
de una peña, un casino o sus trasuntos.

Hoy he visto una esquela cofradiera
con un muerto que yo daba por vivo,
de quien hace bien poco estuve hablando.

Y he pensado que de cualquier manera,
aunque lleve ya meses inactivo,
para mí que lo están recién velando.

(Ver soneto 194)

martes, 23 de noviembre de 2010

Blog en progresión (Soneto 216)



Según las estadísticas que llegan,
diariamente por Blogger reportadas,
cada vez se producen más entradas
de los que a mi bitácora se agregan.

Con lo cual que mis musas se despliegan,
y me ofrecen ideas renovadas,
para hacer cada noche mis rimadas,
que puntuales y rápidas se entregan.

Cuántas gracias les doy a los lectores
que difunden noticia de mi asunto,
aumentando mis agasajadores.

Por las trazas me pienso y me barrunto
que si siguen tan bien los difusores
esto sube hasta mil de punto en punto.

(Ver soneto 30) 


lunes, 22 de noviembre de 2010

El Papa y los condones (Soneto 215)


Ha declarado el Papa Benedicto
que ya pueden usarse los condones;
mas sólo en muy contadas ocasiones,
así que sigue abierto el gran conflicto.

Si al placer de la carne eres adicto,
tendrás que reprimir los empujones,
o irás con una puta en condiciones,
para ser con el Papa muy estricto.

¿Significa que vamos progresando,
y que pronto la Iglesia aceptará
el uso en todo caso de la goma?

¿O el sida seguirá deteriorando
a tanta humanidad que morirá
por seguir los dictámenes de Roma?

(Ver soneto 204)



domingo, 21 de noviembre de 2010

La ley de la selva (Soneto 214)



Aprendemos con los documentales,
que nos ponen a la hora de la siesta,
que las bestias se dan una gran fiesta
devorando a los otros animales.

Los leones, cocodrilos y chacales,
si buenamente la ocasión se presta,
se zampan al de pelo y al de cresta,
al trotón y al que va por humedales.

En la vida del hombre contemplamos
a muchos con colmillos acerados,
fuertes garras, mandíbulas potentes.

En nuestra selva quieren ser los amos,
y para ello no dudan, conjurados,
en clavarte sus afilados dientes.

(Ver soneto 210)

sábado, 20 de noviembre de 2010

Llamar "gilipolla" por cuarenta euros (soneto 213)


Salió ya la sentencia de aquel juicio,
por el hecho ocurrido este verano,
cuando el buen presidente don Mariano
- que ejerce su función sin beneficio,

prestando al procomún un gran servicio -
recibió insulto vil y chabacano,
que le fue propinado a contramano
por un particular fuera de quicio.

Cuarenta euros deberá pagar
por decir gilipolla al presidente,
según la juez acaba de fallar.

Con un castigo así, tan indulgente,
es probable que vuelva a denigrar,
pasando a ser la injuria reincidente.

(Ver soneto 187)



viernes, 19 de noviembre de 2010

Sin tiempo para el soneto (Soneto 212)


Hoy no tengo soneto en candelero,
porque llevo encerrado todo el día,
en un curso cuya filosofía
es ahorrarle al concejo algún dinero.
....................................................
Ahora voy en el coche muy ligero
por la calle que va junto a la vía,
pues tengo que cambiarme todavía
y jugar un partido padelero.
....................................................
Seis cuatro, seis cuatro, seis cuatro ha sido
el score favorable al que suscribe,
que jugó con su primo de pareja.

Javi y Feli sin más han sucumbido
al juego primoroso de este pibe,
que del día de hoy no tiene queja.

(Ver soneto 87)
(Ver soneto 206)


jueves, 18 de noviembre de 2010

A modo de fábula (Soneto 211)



Un burro que llevaba muchos años
rigiendo los caudales de su casa,
gastaba, sin escrúpulo y sin tasa,
dinero en los caprichos más extraños.

Vivía comúnmente con apaños,
haciendo de sus bienes tabla rasa,
tratando a los demás burros con guasa
y a los acreedores con engaños.

Un día que un burrito se compró
una jarra de aceite algo más cara
el burro economista le riñó.

Y el burrito le dijo con voz clara:
¿Me riñe a mí quien todo lo perdió
por gastar una pizca en la almazara?

(Ver soneto 210)


miércoles, 17 de noviembre de 2010

Quien se pica, ajos come (Soneto 210)



Dicen que quien se pica es que ajos come.
Tenga esto en cuenta quien esté picado
y deje de decir, incomodado,
que un enojo muy grande le concome.

Y no es que con alguno yo la tome.
Lo que pasa es que el hombre es inclinado
a darse por zaherido y ultrajado
y a mostrar muy molesto el comecome.

¡Cuántos ajos a diario se consumen
por muchos que de ser puros presumen!

Pero tienen hedor que les delata:
de su boca rezuma una cantata
que apesta cantidad: la intemerata.

¡Y a mí que no me chinchen ni me abrumen!

A modo de resumen:
Los que ajos manducáis, tened presente
que luego el paladar se pone ardiente.

(Ver soneto 202)



martes, 16 de noviembre de 2010

Las tiendas de los chinos (Soneto 209)


Se vienen a quejar los comerciantes,
aparte de pagar muchos impuestos,
y de los ambulantes con sus puestos,
de un problema que no tenían antes.

Se trata de una clase de inmigrantes
que les son especialmente molestos,
porque venden cualquier clase de tiestos
a precios que resultan aplastantes.

Los chinos - dicen nuestros mercaderes -
no pagan sus impuestos al Estado,
y venden sus paraguas y alfileres

teniendo abierto siempre su tinglado;
y si la muerte ejerce sus poderes,
nadie averigua dónde va el finado.


domingo, 14 de noviembre de 2010

Berlanga (Soneto 207)



Ya el verdugo te dio el golpe fatal,
la muerte te espetó su bienvenida,
con plácido final para tu vida
revivida a tamaño natural.

Triunfaste en esa España ensordecida
que esperaba el milagro semanal;
se guardó tu escopeta nacional
en armario de gloria merecida.

Al compás de un sentido pasodoble,
tocado por soldados y marqueses
que componen patética charanga,

despedimos tu inerte cuerpo noble,
que marcha a un decorado de cipreses,
al modo de una escena de Berlanga.


sábado, 13 de noviembre de 2010

Jornadas poco satisfactorias (Soneto 206)


Sobre temas que están relacionados
con la crisis que asola nuestras vidas,
estamos en jornadas impartidas
por supuestos señores preparados.

De los ocho ponentes anunciados,
la mitad sólo dice mil paridas,
en charlas monocordes y aburridas,
que nos dejan frustrados y engañados.

¿Por qué no se les pide a los docentes,
además de saber de la cuestión,
que resulten brillantes y elocuentes?

¿Por qué muestran tamaña propensión
a poner a doctores balbucientes
que acaso ni se saben la lección?

viernes, 12 de noviembre de 2010

El limón solitario crece y amarillea (Soneto 205)



Ha mutado el color de mi limón,
el que pende, prudente y solitario,
en el árbol que debe ser lunario
si algún día despierta su ambición.

Ha encendido de nuevo mi ilusión
de tener en la casa y a diario
algún fruto flamante y rutinario
que venga a sosegar mi agitación.

Ha crecido en otoño mesurado,
ajeno a mi mirada cotidiana,
acaso de mi celo liberado.

Y el rocío le canta en la mañana
un himno amarillento y refrescado
en su piel de rugosa porcelana.






jueves, 11 de noviembre de 2010

Benedicto XVI (Soneto 204)


Con todos mis respetos, Santidad,
quisiérale expresar, si no es pecado,
que resulta bastante exagerado
lo que dijo con tanta seriedad.

El laicismo de nuestra sociedad
es algo por los tiempos provocados
y no por un gobierno decretado,
por más que al clero duela esta verdad.

Y en cuanto a la simpar comparación,
me pregunto que cuándo se ha prohibido
celebrar la primera comunión,

el rezo en un sagrario recogido,
la salida de alguna procesión
o llevar un rosario bendecido.

(Ver soneto 5)


miércoles, 10 de noviembre de 2010

Felipe González (Soneto 203)



Felipe: calladito estás más guapo.
¿No te dijo eso nunca tu mamá?
Si vives tan tranquilo en tu sofá,
¿por qué sacas tan sorprendente sapo?

De la estupefacción hoy no me escapo:
los perdonaste de irse al más allá,
pudiendo haberlos suprimido ya;
¿no son esas funciones las de un capo?

Yo no sé lo que tienes en la mente,
pero a mí la cuestión no me da igual;
¿qué le dices ahora a tanta gente

que creyó en tu inocencia angelical,
cuando el dedo señala hacia tu frente
proclamándote jefe de los GAL?




martes, 9 de noviembre de 2010

El chivatus municipalensis (Soneto 202)


En un ayuntamiento que yo sé,
que no quiero nombrar ni señalar,
se da un vicio, difícil de evitar,
que claro y oportuno les diré.

Ese vicio, no indague su porqué, 
se llama en nuestra lengua chivatar,
y alguno lo practica sin cesar,
sin freno, sin apuro y sin corsé.

El chivato es especie protegida,
familia de la rata cuartelera,
del género barriga agradecida,

subespecies el perro y la portera.
Enterarse y contar llenan su vida,
y se propaga de cualquier manera.

(Ver soneto 197)

(Ver soneto 210)




 

lunes, 8 de noviembre de 2010

Gustos míos (Soneto 201)



Me gusta que me tomen por un loco,
por un tipo distinto del común;
ser objeto de algún vulgar runrún,
sentir que me desmarco, aunque sea poco.

Me gusta que se piensen que mi coco
funciona sin un norte, al buen tuntún;
y si eso es de provecho al procomún,
no voy a reprochárselo tampoco.

Me gusta ver la cara de la gente
- la gente biempensante y repelente -
cuando siente mi canto discordante.

Y me gusta mostrarme desatento
con quien tiene el semblante de cemento
y quiere quedar siempre por delante.




domingo, 7 de noviembre de 2010

Doscientos sonetos (Soneto 200)



Una efeméride, lector atento,
se cumple hoy, con esta nueva entrega,
que como siempre con mi blog te llega,
cosa que a mí me llena de contento.

¿En qué consiste el señalado evento?
Pues que después de seis meses de briega
a doscientos llegué sin mucha pega,
y si cabe con mucho más aliento.

Seguiré batallando con las voces,
contando sílabas, poniendo acentos,
buscando rimas, narrando goces,

detallando tristezas y lamentos,
tanteando fotos, devolviendo coces...
y a todos les emplazo en los trescientos.

(Ver soneto 100)



sábado, 6 de noviembre de 2010

Maternidad precoz (Soneto 199)



De los hechos pasados más extraños,
de esas cosas que no tienen sentido,
está el niño en Jerez que fue parido
por la niña rumana de diez años.

Reporteros intentan con amaños
la foto de la madre del nacido;
la fiscal y la Junta han decidido
investigar si se han causado daños.

La niña paridora está agobiada;
su madre dice que es normal la cosa,
lo cual que lo desmiente su embajada.

La cuestión - cuando menos bien curiosa -
nos coge con la guardia relajada:
soñemos la salida más airosa.




viernes, 5 de noviembre de 2010

Pistoletazo de salida (Soneto 198)


Ha llegado a mi cuenta de correo
el primer llamamiento de este año
para ir a comer en plan rebaño
en las fechas de gasto y ajetreo.

Yo comprendo las ganas de copeo,
la juerga para mí no es algo extraño,
y nunca he rechazado por tacaño
ni el baile, ni el banquete ni el jaleo.

Lo que pasa es que tal requerimiento
es el perverso punto de partida
de dos meses de obsequio y cumplimiento

que te dejan la cuenta consumida,
el estómago fofo y flatulento
y el alma melancólica y herida.

(Ver soneto 237)



jueves, 4 de noviembre de 2010

Fariseos (Soneto 197)



La paja en ojo ajeno es lo que venden
estos sabios doctores de la vida;
mas la viga en el propio es omitida:
de su negro amargor se desentienden.

Farsantes que se compran y revenden
al postor que más dé por su partida,
manipulan y mienten sin medida,
y nunca dan la cara cuando ofenden.

Sepulcros blanquecidos, Cristo dijo,
de esta clase de seres sin conciencia,
que dentro guardan huesos corrompidos.


El bueno de Jesús acertó fijo:
son gente que no sabe de decencia
pero van por el mundo como ungidos.

(Ver soneto 185)
(Ver soneto 210)

 

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Soneto a la remanguillé (Soneto 196)



Es posible montarse un buen soneto
ese día que el duende no aparece.
Te pones a escribir y él solo crece:
la prueba es que ya tengo este cuarteto.

No hace falta siquiera hacer boceto;
piensas en lo primero que acontece
- por ejemplo: muy pronto ya atardece -
y sales exultante del aprieto.

Si un verso tiene rima complicada,
no te empeñes en darle solución;
pon otro que termine en ado o ada,

o que rime con diente o con cajón.
Así que la labor está acabada;
y aquí está su final o colofón.



martes, 2 de noviembre de 2010

Como San Agustín (Soneto 195)


Presto más atención a quien me quiere,
me conoce, valora y me respeta,
que a quien tiene constante la escopeta
preparada por ver si me malhiere.

Abro mi corazón a quien viniere
con carga de bondad en su maleta,
y lo cierro a quien tiene la receta
para esparcir el odio por doquiere.

Sé que tengo defectos a puñados,
algunos manifiestos y acentuados,
que si puedo los siento y los reparo.

Pero si con algunos me comparo,
mejor que muchos de ellos me declaro;
y los dejo de mí bien distanciados.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Día de difuntos (Soneto 194)


No tendrán muchas ganas los difuntos
de que vayan a verlos los vivientes,
pues los muertos disfrutan todos juntos
del descanso y la paz más trascendentes.

Ya no tienen que ver con los asuntos
que preocupan a deudos y parientes:
estos llevan sus penas cejijuntos,
aquellos pasan ya de los dolientes.

Aquí los festejamos, los honramos,
limpiamos el lugar donde quedaron
un día sus despojos terrenales.

Ramos de flores tristes les llevamos,
y oramos por sus almas que volaron,
rumiando que también somos mortales.

(Ver soneto 155)