estos sabios doctores de la vida;
mas la viga en el propio es omitida:
de su negro amargor se desentienden.
Farsantes que se compran y revenden
al postor que más dé por su partida,
manipulan y mienten sin medida,
y nunca dan la cara cuando ofenden.
Sepulcros blanquecidos, Cristo dijo,
de esta clase de seres sin conciencia,
de esta clase de seres sin conciencia,
que dentro guardan huesos corrompidos.
El bueno de Jesús acertó fijo:
son gente que no sabe de decencia
pero van por el mundo como ungidos.
(Ver soneto 185)
(Ver soneto 210)
El bueno de Jesús acertó fijo:
son gente que no sabe de decencia
pero van por el mundo como ungidos.
(Ver soneto 185)
(Ver soneto 210)
Precioso soneto y muy real.
ResponderEliminarLo que más me ha gustado es que no dan la cara cuando ofenden, pero de esos hay muchos. No crees?
Un saludito