Ha llegado a mi cuenta de correo
el primer llamamiento de este año
para ir a comer en plan rebaño
en las fechas de gasto y ajetreo.
Yo comprendo las ganas de copeo,
la juerga para mí no es algo extraño,
y nunca he rechazado por tacaño
ni el baile, ni el banquete ni el jaleo.
Lo que pasa es que tal requerimiento
es el perverso punto de partida
de dos meses de obsequio y cumplimiento
que te dejan la cuenta consumida,
el estómago fofo y flatulento
y el alma melancólica y herida.
(Ver soneto 237)
Lo que pasa es que tal requerimiento
es el perverso punto de partida
de dos meses de obsequio y cumplimiento
que te dejan la cuenta consumida,
el estómago fofo y flatulento
y el alma melancólica y herida.
(Ver soneto 237)
Pues si, la verdad es que comienzan esas fechas ajetreadas donde todo se concentra en comidas, copas y juergas.
ResponderEliminarA mi, personalmente no me va nada de esto, pero con la familia si que voy.
Pues ya sabes...a divertirse toca.
Cada cual como pueda
Saluditos