Ya el verdugo te dio el golpe fatal,
la muerte te espetó su bienvenida,
con plácido final para tu vida
revivida a tamaño natural.
Triunfaste en esa España ensordecida
que esperaba el milagro semanal;
se guardó tu escopeta nacional
en armario de gloria merecida.
Al compás de un sentido pasodoble,
tocado por soldados y marqueses
que componen patética charanga,
despedimos tu inerte cuerpo noble,
que marcha a un decorado de cipreses,
al modo de una escena de Berlanga.
Adiós a Berlanga, adiós a un director de cine a un ser humano que nos deja con tantos recuerdos en la pantalla.
ResponderEliminarBonito homenaje Se Enigmático.
Besos
¡Qué imagen más tierna de Berlanga! La mirada aún lúcida en una mente que se va oscureciendo...
ResponderEliminar