lunes, 18 de febrero de 2013

Un poco al modo de los místicos


No te quiero negar, como el barquero,
ni venderte por plata, como Judas,
ni tus llagas tentar por tener dudas
de que estoy ante el Cristo verdadero.

No anhelo comprender el desafuero
de quien llevó a la Cruz tus carnes mudas
después de flagelar con manos rudas
tu espinazo ultrajado y prisionero.

Lo que quiero, Jesús, germen de luz,
es subir, si me dejas, a tu Cruz,
y acariciar tus llagas desangradas;

y si pequé negando tu verdad,
o cambiando por plata mi maldad,
bajar con mis flaquezas perdonadas.

 


miércoles, 13 de febrero de 2013

Un papable africano y el efecto mariposa

 
 
Por el Domund juntábamos dinero,
que mandaban después al Obispado;
éste a Roma cursaba lo acopiado,
y allí lo administraban con esmero

formando al abnegado misionero,
que una vez en el África asentado,
tenía a todo quisque bautizado
y empapado del dogma verdadero.

Hoy de Ghana nos surge un cardenal
que suena como opción muy poderosa
 para ostentar el báculo papal.

Así que mi peseta generosa
fue causa de este evento  excepcional:
pruebo, pues, el efecto mariposa.




 

lunes, 11 de febrero de 2013

A mi amigo Pepe Solera

 
Al lado de la iglesia Catedral,
encima del arroyo rumoroso,
mora un ser circunspecto y bondadoso,
de intelecto elevado y especial.
 
Hoy la calle nos puso tal con cual,
y al verlo me sentí feliz, dichoso,
recordando aquel tiempo revoltoso
de constante inquietud municipal.
 
¿Qué me dices, Solera, buen amigo:
que echas de menos mi soneto diario?
Pues esta racha infiel rompo contigo.
 
De tu bondad doy fe, como notario,
y en tu honor estos versos torpes ligo,
oh, Pepe, camarada extraordinario.