Los frutos de mi flaco limonero
ya saben del calor, la luz y el aire
que del brezo reciben al socaire,
de la tierra y del mimo jardinero.
Alguno luce el cuerpo con donaire,
ya más crecido, oblongo y verdadero,
con un verdor de traje de torero,
con un color que no sufre desaire.
Por ahora vigilo el crecimiento
del proyecto de cítrico aromoso
por lo nuevo y curioso del evento,
pero ando un poquillo receloso
por si vence, al cortarlo, el sentimiento,
y lo dejo en su rama tan gozoso.
:D
ResponderEliminarSi finalmente decides dejarlo gozoso en su rama te lo agradecerá.
Besos!!