martes, 11 de mayo de 2010

Mi humilde jardín (Soneto 20)



Mi jardín es pequeño y recogido,
no luce ni laguna ni sendero;
sólo tiene a lo largo del lindero
un arriate por piedras protegido.

Con traza de vivir muy afligido,
sin copa que lo tilde de altanero,
intenta florecer un limonero
tan joven que su fruto no ha nacido.

Blancas calas, anémonas, rosales,
han sido los primeros en dar flores
tan pronto se anunció la primavera.

Ipomeas, geranios a raudales,
han seguido llenando de colores,
el aire de mi casa pinturera.

¡Qué buena jardinera,
la que poda, recoge, riega y planta:
la que es de mi jardín la gobernanta!




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