Salir en los papeles cada día,
aunque sea por la cosa más banal;
mostrar a los demás gran simpatía,
aunque clave por bajo su puñal;
bailar swing, rock and roll o bulería,
aunque lo haga patentemente mal;
procesionar con actitud muy pía,
aunque tenga por alma un albañal;
circular con chofér o choferesa,
aunque sea a la vuelta de la esquina;
cortejar al marqués y a la marquesa,
aunque al noble le tenga mucha inquina;
maldecir del alcalde o alcaldesa,
aunque luego les haga de menina.
Son una cosa fina:
pandilla de ignorantes persuasorios
que se van a cargar los consistorios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario