viernes, 28 de mayo de 2010

Sorolla (Soneto 37)


 La luz inabarcable de tu suelo,
de tu tierra, tu mar y tu celaje,
abarcaste con próvido lenguaje
nacido de tu ingenio y de tu anhelo.

Pintado tu país con noble celo,
el retrato de todo su pelaje
es imagen, reseña y homenaje,
tratado, disección, festejo y duelo.

Tus blancos ataviaron damiselas,
encresparon azules rompeolas,
matizaron desnudos femeninos,

enhebraron las tramas de las velas,
bañaron de las flores las corolas,
y empastaron adornos campesinos.

¿Y esos tonos marinos?
Brotaron de paleta generosa,
de ojo fiel y de mano primorosa.

(Ver soneto 332)


1 comentario:

  1. Me encanta Sorolla. El soneto destila colores y texturas!!

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