lunes, 26 de diciembre de 2011

El picudo rojo (Soneto 615)


Da pena ver las críticas palmeras
con sus grandiosas hojas acharadas,
vencidas por las crueles dentelladas
que les dan esas larvas puñeteras.

Avanzan y devoran como fieras
las del picudo rojo malhadadas,
y así vemos las palmas agotadas,
cabizbajas las frondas, lastimeras.

No es fácil su existencia detectar,
porque van engullendo lentamente
por dentro de los troncos alargados.

Así que no es posible erradicar
a este bicho nocivo y repelente
que tiene a los jardines condenados.

1 comentario:

  1. Ciertamente es muy triste y penoso ver como especies son arrasadas por plagas, como el caso que citas, y otros mas que desgraciadamente hay, sin contar las que el hombre hace desaparecer para su beneficio.
    Un abrazo.

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