lunes, 13 de mayo de 2013

Resacas (III)


Anotando borrones en la cuenta
gasté los tiempos, sumiso y reprimido,
y al cabo de los años no me olvido
del thriller blanco y negro del sesenta.

Cualquier pequeño error a Dios afrenta;
aunque el mal queda al punto redimido
si lo oye un tonsurado carcomido
que a lo justo divino representa.

Así se vive la absurda pantomima:
cuarto y mitad de golpes y plegarias
consiguen que la culpa se suprima.

Pero tantas censuras rutinarias
¿quizás no fueron la materia prima 
 de las nefandas faltas solitarias?

 

1 comentario:

  1. Que seria de nosotros sin nuestros pecados. Nuestra historia es la historia de nuestros pecados, inducidos y originales nuestros.
    Un abrazo.

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