martes, 7 de enero de 2014

La infanta imputada


El señor instructor ya resolvió:
entiende que son claros los indicios
de que participó en los beneficios
del negocio que Iñaki se montó.

Que algún dinero negro blanqueó,
más facturas con números ficticios,
y a la Hacienda prodújole estropicios
por impuestos que nunca declaró.

Imputan a la infanta, qué disgusto;
y nuestro rey Juan Carlos, tan ajado,
se tiene que tragar el nuevo susto.

Se ve que en un linaje tan vetusto
se hereda la afición a lo apañado:
¡Que la imputen, puñetas, si es lo justo!


1 comentario:

  1. Era justo y necesario, como dicen en misa.

    Buen soneto.

    Saludos.

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