en el momento en que se abrió la caja
de los truenos y ardió Troya. Ya baja
el plato. Cachondeo: tú lo dijiste.
Con esto, como todos, ando triste.
Porque la pena a la ciudad ultraja;
su imagen se aminora y resquebraja:
el puñado de trigo se hace alpiste.
Pensaste que por ser la dama ciega
violarías la norma sin ser visto.
Fuiste torpe, a pesar de ser tan listo:
san Martín es verdad que siempre llega.
Te perdió tu soberbia y estulticia:
tropezaste al final con la justicia.
Pensaste que por ser la dama ciega
violarías la norma sin ser visto.
Fuiste torpe, a pesar de ser tan listo:
san Martín es verdad que siempre llega.
Te perdió tu soberbia y estulticia:
tropezaste al final con la justicia.