Me emborraché de culpas y plegarias
en el oscuro duelo del sesenta,
anotando borrones en la cuenta
de las nefandas faltas solitarias.
Me embriagué con estelas candelarias,
igual que aquellos locos de la absenta
alocaron su atmósfera irredenta
en parisinas noches tabernarias.
Me aturdieron inciensos cuaresmales:
vapores endulzados, celestiales,
antídoto del tufo sulfuroso.
Así quedé después de aquellos velos:
a la zaga de efímeros consuelos;
de la gran borrachera resacoso.
igual que aquellos locos de la absenta
alocaron su atmósfera irredenta
en parisinas noches tabernarias.
Me aturdieron inciensos cuaresmales:
vapores endulzados, celestiales,
antídoto del tufo sulfuroso.
Así quedé después de aquellos velos:
a la zaga de efímeros consuelos;
de la gran borrachera resacoso.