miércoles, 29 de enero de 2014

Toma tu cruz


Toma tu cruz y sígueme: me llamas;
yo siento tu llamada y no te sigo,
y aunque ves mi abandono estás conmigo:
me velas, me perdonas y me amas.

Déjalo todo por mi amor: proclamas;
lo dejo; mas me canso y me fatigo,
y a pesar de que peco eres mi amigo,
y me salva la sangre que derramas.

Sangre humana que brota redentora
de tus llagas injustas y terrenas
para la salvación de quien te ignora.

Porque el flujo sagrado de tus venas
regenera mi esencia pecadora
revocando mis culpas y mis penas.


4 comentarios:

  1. Anónimo22:56

    Setenta veces siete.

    ¿Qué me falta Señor, para alcanzarte?
    ¿Qué sombras me oscurecen tu sendero?
    ¿Qué me impide llegar a tu madero,
    para de pies y manos desclavarte?

    ¿Qué me impide Señor, poder sanarte,
    del beso de aquel Judas traicionero,
    del costado, la herida del acero,
    y llagas, por mi fe, poder cambiarte?

    Tantas veces te he echado en el olvido,
    como tantas mis ojos te han negado
    sin mostrarme después arrepentido.

    Y tantas, tu perdón me has regalado,
    que al hijo, de tu credo, desprendido,
    setenta veces siete has perdonado.

    JMM Botillo.

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  2. Anónimo23:23

    Muchas gracias. Aprendo del mejor.

    Botillo.

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  3. Dos por el precio de uno, si uno es bueno el otro no se queda atras.
    Un abrazo.

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