sábado, 27 de agosto de 2011

La siguiriya (Soneto 494)

 
Una tristeza al aire desolado,
nacida de un perpetuo sufrimiento;
una copla de hiel, llanto y lamento,
un ardor en el alma atravesado.

Un räsgueo rotundo, atribulado,
al compás de una fragua a fuego lento;
palmas sordas que cantan en el viento
el dolor, la desgracia y el pecado.

Cantas por siguiriya, buen gitano,
tus pesares de siglos de cadenas,
tus pasos extraviados a trasmano.

Cantas por ventilar tus hondas penas,
el enigma imposible de tu arcano,
la sangre fugitiva de tus venas.


3 comentarios:

  1. Tus mejores sonetos son en los que cantas todo lo relacionado con el cante flamenco, como se nota tu amor por ese arte.
    Un abrazo.

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  2. jesús22:10

    Extraordinario!

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  3. Tu soneto genial, sí. Pero este tipo de cante es muy triste, no me gusta oirlo, lo siento.

    Un abrazo

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